Siempre que se acercan las semifinales de la Champions League y diferentes competiciones continentales hay una duda que asalta a los aficionados respecto a sus equipos. Estas cuestiones tienen que ver con las tarjetas amarillas, ya que ningún hincha quiere ver a uno de los mejores futbolistas de su club perderse una hipotética final debido a una sanción por cartulinas.
La normativa de la Champions League
La UEFA señala en su reglamento que cualquier futbolista, desde la primera jornada de la Champions League, será sancionado cuando acumule tres tarjetas amarillas. Una vez lleguen a esa cifra, a partir de ese momento se reducirá a dos el número de cartulinas que deberían ver para ser sancionados. Esto quiere decir que a la quinta acumulada o a la séptima también tendrían que cumplir un encuentro de castigo.
Pero, la gran noticia para todos los aficionados, para los clubes y, obviamente, para los propios futbolistas, está en el apartado 52.04. Este artículo deja claro que este tipo de sanciones terminaría en los cuartos de final, por lo que en las semifinales el contador se reiniciaría y se pondría a cero para todos los jugadores.
«Todas las tarjetas amarillas expiran al concluir los cuartos de final», reza el artículo citado anteriormente. Esto significa que todos los futbolistas llegan limpios a las semifinales y no hay opción de que se pierdan ni la vuelta ni la gran final por una sanción de acumulación de cartulinas.
Eso sí, este aspecto también tiene sus excepciones. Un jugador que en la vuelta de los cuartos de final haya visto una amarilla que acarrea sanción tendrá que cumplirla y se perdería la ida de las semifinales. También, obviamente, si es expulsado por roja directa o por doble cartulina.
Este último ejemplo se traduce en que la UEFA permite poner el contador a cero, pero no perdona de cara a las semifinales cualquier sanción con la que llegue un futbolista a esta ronda. También pondría esas facilidades para que nadie se pierda una hipotética final, pero volvemos a lo mismo, si un futbolista es expulsado con roja directa o doble amarilla en la vuelta de semis tendría que cumplir su castigo.
Lo que está claro es que dicha norma intenta favorecer al espectáculo y poner facilidades a los equipos y a los jugadores para que puedan estar todos peleando en los partidos decisivos de la Champions League. Otra cosa es ya después lo que suceda sobre el césped con rojas directas o dobles amarillas, como ya hemos mencionado anteriormente.
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