Tras varios años de investigación en un proyecto que ha unido a la familia López Montero, propietaria de Altosa y Bodegas Verum, con la Universidad de Castilla-La Mancha, la tecnología CO2AFP que captura el dióxido de carbono de la fermentación del vino es una realidad. Con ello, ha puesto en el mercado las primeras 8.000 botellas de vino con emisiones negativas de dióxido de carbono , el primer vino del mundo que ayuda a limpiar el planeta.
Esta tecnología patentada, consigue capturar el dióxido de carbono que se emite en el proceso de fermentación alcohólica del vino, transformándolo en carbonato de sodio, un producto que se encuentra entre los 10 más demandados en la industria, además de tener múltiples aplicaciones domésticas e incluso en alimentación.
Al ser de origen biogénico, es un producto amigable con el medio ambiente y que, a diferencia del producido en industria química, su fabricación se obtiene capturando dióxido de carbono, es decir, evitando emisiones de gases con efecto invernadero que contamina la atmósfera.
La naturaleza exotérmica de la reacción, dota al proceso de un beneficio adicional, ya que se genera energía aprovechable que, en una segunda fase del proyecto, será usada como fuente de energía en la propia bodega, reduciendo a su vez el consumo de energía.
Verum ya utiliza parte del carbonato de sodio obtenido para la limpieza ecológica de sus instalaciones y dentro de la estrategia de economía circular, está trabajando con vidrieras para que ese carbonato de sodio pueda ser utilizado en la fabricación de sus propias botellas, evitando así gran cantidad de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
La bodega de Tomelloso se pone al frente del sector en la lucha por la reducción neta de emisiones, con una estrategia medioambiental de carácter disruptor, cuya extensión futura al resto del sector vitivinícola, permitirá la adaptación de la industria en la estrategia contra el cambio climático.
Verum Las Tinadas Airén de Pie Franco proviene de la finca Las Tinadas, un viñedo plantado en sistema de pie franco en 1950. Siempre se ha trabajado de forma ecológica, estando certificado desde 2013. De la cosecha 2021 se han elaborado 8.000 litros de vino de emisiones negativas, con una producción de 1.500 kilogramos de carbonato de sodio y la eliminación de 640 kilogramos de dióxido de carbono de la atmósfera.
La cosecha 2022 ha ampliado la producción a 25.000 litros y, de cara a 2023 y años sucesivos, habrá un crecimiento exponencial, al transformar las bodegas del grupo Altosa y la implantación de este sistema en bodegas nacionales e internacionales que ya han mostrado interés en el proyecto CO2AFP.
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